RUTA DEL DUERO. De Soria a Fariza
(Zamora)
Seis días, seis, recorriendo el río Duero hacia su
desembocadura llegando a la frontera con Portugal. Paisajes y pistas variadas a
lo largo de más de 550 km. siguiendo el curso descendente del río lo cual
implica largas etapas con desniveles bajos. Como novedad, en este viaje los
cinco (Iñigo, Peli, Pelayo Roque y yo) vamos acompañados de una furgoneta que
al margen de los temas logísticos de conducirla desde destino a llegada de cada
etapa, nos permite dormir en ella, cocinar con un pequeño fuego y llevar mucho
más equipaje de lo habitual. Ello significa que apenas visitamos bares o
restaurantes (excepto almuerzos, claro).
Etapa 1.
Soria – Berlanga de Duero (95 km - 437m desnivel)
Tras llegar a Soria en autobús al mediodía con
temperatura de unos 35º, comienza el discurrir de la etapa pegado al Duero que
se mantendría a lo largo de los seis días, con continuos acercamientos y
alejamientos del curso del río pero siempre con el Duero como referencia.
Bonita salida de la ciudad por un camino pegado al río
que va llevando hasta zonas de extensos campos amarillos de cereal y
superficies de girasoles que ven pasar la bicicleta sin girar la vista. Claro
que lo suyo, es seguir al sol.
Comida en Almazan tras tres horas de marcha acompañado
del agua de la localidad (Monte Pinos). La ruta continúa por pequeños pueblos
desiertos y, siempre con el sol y el calor, se llega a Berlanga de Duero,
bonito y animado pueblo en el que pasar la primera noche. La incidencia es la
rotura de las bridas del GPS que dificulta seguir el track ya que hay que
llevarlo en la mano. Por ello decido hacer los últimos kilómetros por carretera
hasta Berlanga.
Etapa 2.
Berlanga de Duero-Aranda de Duero (98 km - 506m desnivel)
Comenzar el día con la fresca, a las 8 de la mañana,
permite evitar las horas más calurosas del día. Salida por carretera comarcal
solamente transitada por corzos que se internan en los campos de cereal y algún
que otro zorro y ardilla que se esconden al paso de la bici.
Algún repecho cerca de Navapalos. Esta misma ruta la
realicé en Semana Santa del 2012 pero en sentido inverso. Entonces el recorrido
era la ruta del Cid que tiraba hacia el Mediterráneo y en cambio ésta se dirige
hacia el Atlántico. Consigo un par de bridas en un taller que se encuentra en
ninguna parte y puedo tener el GPS en condiciones.
Pasando por San Esteban de Gormaz se llega por
parcelarias y estrechas veredas pegadas al Canal del Duero hasta Langa de
Duero, dejando Soria y entrando en Burgos. Bonitas imágenes junto al río y
divertidos senderos. Comienzan los viñedos y es que estamos ya en Ribera de
Duero.
Sobre las 3 de la tarde llegada a Aranda de Duero
donde finaliza la etapa. No se ve gente hasta las 9 de la noche, cuando el
calor deja de apretar.
Etapa 3. Aranda
de Duero – Quintanilla de Onésimo (92 km - 615m desnivel)
La salida de Aranda es un continuo rodar por pistas
entre viñedos. Menos mal que en esta ocasión es agosto ya que experiencias
anteriores por esta zona en días lluviosos convierten la marcha en un continuo
sufrimiento por el barro pegado a las ruedas. Pero esta vez, solamente se trata
de tener la boca cerrada para no tragar mosquitos.
De Aranda a Roa de Duero y de aquí a Peñafiel. Parada
y fonda (huevos, jamón y vino de Ribera). Y después comienza uno de los recorridos
más bonitos del viaje. Gran trazado de un camino pegado al río durante unos 25
km. Parece diseñado para BTT con continuas (pero pequeñas) subidas y bajadas
entre árboles que obliga a ir concentrados pero al mismo tiempo disfrutando
mucho del recorrido. Y el río siempre a la derecha.
Atravesando sin parar por Pesquera y por Valbuena de
Duero llegamos a Quintanilla. Antes hemos tenido los primeros pinchazos por los
abrojos, circunstancia que será una referencia en las siguientes etapas.
Aprovechamos para ir a la piscina. A la vuelta nos
damos cuenta de que hemos dejado la puerta lateral de la furgoneta
completamente abierta con las mochilas, bicis, etc. dentro. No falta nada en
las dos horas de ausencia. Hay que agradecerlo.
Y para cenar, ensalada y macarrones que preparamos en
la cocinita que llevamos.
Etapa 4. Quintanilla
de Onésimo-Castronuño (117 km - 580m desnivel)
Saliendo de Quintanilla pasamos por Tudela de Duero
donde hacemos una parada técnica. Hay que comprar cámaras, infladores, arreglar
un freno que estaba inservible, … Nos tratan estupendamente y seguimos la
marcha.
Nos aproximamos a Valladolid y pasamos a unos
kilómetros de la ciudad por senderos de arena entre pinares. Bonitos caminos
aunque la arena juega algunas malas pasadas.
Llegada a Tordesillas y de allí a Castronuño. Piscina,
cena y a esperar a la siguiente etapa.
Etapa 5. Castronuño-Pereruela
(98 km - 625m desnivel)
Una de las cosas que tiene el modelo de viaje en
furgoneta y la cosa de no dormir en pensión es la imposibilidad de cargar los
artefactos con batería (Gopro, GPS, móvil, …). Como consecuencia, hay pocas
imágenes y además no podemos seguir el track. Por ello, avanzamos por el GR14
que se encuentra bastante bien señalizado.
Pasamos por Toro y Zamora y llegada a Pereruela.
Nuevos pinchazos en vías parcelarias. Estas paradas para cambiar cámaras nos
permiten darnos cuenta del calor que hace. Mientras estás rodando el viento te
evita la sensación de la alta temperatura pero cada parada, para arreglar los
pinchazos, es un pequeño martirio. Es conveniente agradecer a la encina que nos
cobijó a los cinco en un campo desierto por la sombra que nos prestó.
También hay que recordar el apoyo de la furgoneta para
recoger a alguno de los bikers cuando ya no quedaban cámaras (el rollo de la
válvula fina y ancha…).
Esta vez no hubo piscina pero sí más macarrones con
productos del cerdo (marca Ballesteros) que nos cenamos.
Etapa 6. Pereruela
- Fariza (¿ km - ¿m desnivel)
Pues sí, al GPS no le quedaba batería y no tenemos el
histórico de la etapa. Andaría por unos 60 km. recorriendo los Arribes del
Duero. Etapa con más desnivel que las anteriores por unos preciosos senderos
estrechos y entre enormes piedras que asomaban de la tierra. Recorrido trialero
que permite observar el Duero encajonado a algunas decenas de metros abajo.
Finalizamos etapa y ruta en Fariza en el mirador de las Barrancas, hermosa
balconada granítica sobre los acantilados del Duero en las inmediaciones de la
ermita de la Virgen del Castillo. Al otro lado del río, Portugal.
Y vuelta en la furgo para casa. Como resumen, muy
variados paisajes, senderos diversos (pegados al río, vías parcelarias,
carreteras locales, estrechos caminos, viñedos, pinares, girasoles, cereales, …)
y una sensación de calor no muy fuerte. Recomendación: estar preparados para
los múltiples pinchazos.
Tras la batalla, mi bici ha aparecido con un radio
roto, con la suspensión delantera inservible y con una grieta en el cuadro. Me
quedo sin bici para unos meses ………, pero una vez más ha valido la pena, por
supuesto.
BY ALBERTO ETXEANDIA